- Trabajar y fortalecer las habilidades blandas en la infancia, permite a las personas afrontar retos y situaciones complejas durante la adultez.
Son muchos los especialistas y autores los que han dado a conocer el significado de las Habilidades Socioemocionales (HSE), siendo la definición más precisa la que explica que una HSE es la capacidad de las personas para regular sus emociones, interactuar favorablemente con su entorno y tomar decisiones responsables e idóneas en beneficio del logro de sus metas.
En la actualidad, el ser humano como parte de su proceso formativo, requiere contar con diversos recursos para poder hacer frente a escenarios y situaciones desfavorables. Si bien es cierto que los conocimientos académicos pueden facilitar las situaciones, son las habilidades blandas o HSE las que le permitirán afrontar y adaptarse a nuevos retos.
Pero, ¿desde qué edad se pueden desarrollar y trabajar las HSE? Para la Coordinadora Psicopedagógica de Futura Schools, Alicia Rivas, las HSE pueden desarrollarse y ejercitarse de manera deliberada desde la infancia y adolescencia, siendo estas dos las etapas más significativas para aprenderlas y ponerlas en práctica. Con el transcurso de los años, las personas reforzamos nuestras HSE en la vida diaria.
“El desarrollo temprano de las HSE, favorecerá todas las áreas de desarrollo del ser humano, pues le permitirá reconocer y gestionar sus propias emociones y las de los demás, lo que beneficiará de manera significativa sus relaciones con otras personas, incrementando su nivel de bienestar, mejorando su salud mental y disminuyendo conductas que pongan en riesgo su integridad. Asimismo, podrá tomar decisiones cuidadosas, reflexivas y responsables, que permitirán que logre sus objetivos”, comenta la especialista.
La psicóloga destaca que el acompañamiento de la familia es fundamental en este proceso, ya que no solo se debe entender qué son las HSE sino que además, las mismas se deben aplicar en el día a día de la relación dentro de casa.
“Las familias, son la primera orientación que un niño tiene respecto a las HSE. El núcleo familiar, tiene como principal misión, brindar recursos para gestionar de manera favorable, las emociones, el establecimiento de relaciones positivas y la toma de decisiones reflexivas, de tal forma que el niño logre afrontar y adaptarse a cualquier situación, manejando sentimientos como la frustración. Estas prácticas deben ser continuas y acorde a la edad de los niños”, menciona.
Si bien el desarrollo de las HSE inicia en casa, éste debe ir acompañado del reforzamiento diario que brindan los maestros en el colegio, a través de las actividades propuestas de acuerdo a cada modelo educativo. En el caso de Futura Schools, este reforzamiento se da en la forma de la organización académica de los estudiantes y en las actividades de interacción que realizan tanto en sus aulas autónomas como cooperativas. Estos espacios favorecen de manera significativa el perfil de los estudiantes, haciendo énfasis en la autonomía, gestión emocional, motivación al logro, pensamiento crítico, conciencia social, entre otros.
“Para Futura Schools las HSE son sumamente importantes, éstas son reforzadas por medio de actividades desarrolladas de forma transversal en los diferentes cursos e incluye a estudiantes, maestros y padres de familia. También nos apoyamos en el uso de plataformas virtuales que facilitan el logro de los objetivos de nuestros alumnos. La evaluación del progreso del alumnado es personalizada, se realiza de manera bimestral, aplicando un instrumento validado que responde a nuestro modelo educativo”, explica la coordinadora.
Sobre este punto, la institución viene trabajando con sus estudiantes la técnica del scrapbooking emocional (álbum de recortes de fotos), además, han desarrollado talleres de biodanza, mindfulness y expresión artística y en los dos últimos bimestres han implementado un taller de cultura de ahorro, todo esto como parte de las actividades programadas en el Proyecto de Intervención HSE.
Finalmente, la especialista hace mención acerca de los factores de predisposición para que las habilidades socioemocionales no puedan ser desarrolladas, lo que a largo plazo gestaría otros problemas emocionales y sociales en las personas.
“En una familia que afronta dificultades de relacionamiento o que se perfile como disfuncional, será un poco más difícil que los hijos logren el desarrollo total de sus HSE, ya que no cuentan con modelos de aprendizaje. La madurez emocional también juega un papel importante para el desarrollo de las HSE, un niño que no va madurando de acuerdo a su edad biológica, difícilmente podrá gestionar sus emociones y no podrá reconocer las de los demás. Es básico que las familias tengan clara la importancia de las HSE y no solo considere valioso el conocimiento académico que un niño debe alcanzar. Los padres deben enfatizar que hará su hijo con ese conocimiento y cómo lo compartirá con los demás. Ese objetivo debe primar al momento de establecer las bases familiares del proceso formativo de sus hijos”, concluye la especialista.