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Por: Percy J. Paredes Villarreal

El día jueves 19 de agosto del presente año, la Casa de Identidad de la Región La Libertad me invito a brindar una  conferencia en conmemoración al Día Mundial del Folklore, cuya fecha es el 22 de agosto de todos los años. Esta fecha se debe gracias a que el arqueólogo británico William G. Thorns publicó en la revista londinense Atheneum una carta en la que por primera vez utiliza ese nombre.

A partir de alli se ha definido al Folklore como el conjunto de expresiones culturales como: Cuento, leyenda, mitos, danzas, música, historia oral, chiste, supersticiones, costumbres, artesanía, etc.; de un pueblo que a lo largo del tiempo ha sabido valorarlo, sostenerlo, adecuarlo a los diversos cambios realizado por el hombre dentro de una comunidad, considerando el tiempo y espacio.

Dentro de ese término, podemos decir que en nuestro país hubo personajes que se dedicaron a recopilar una serie de manifestaciones, expresiones folklóricas como lo fueron Luis E. Valcárcel (08/02/1891 – 27/12/1987), conocido historiados que se dedicó a recopilar una serie de expresiones folklóricas existente en nuestro país. Y el segundo padre del folklore fue José María Arguedas (18/01/1911 – 02/12/1969) quien se dedicó a recoger una serie de expresiones y manifestaciones folklóricas, particularmente en la zona andina de nuestro país.

Como hemos manifestado en muchas eventos o artículos, una de las manifestaciones folklóricas en nuestro país, ha sido las danzas folklóricas, que es definido como bailes ejecutados por la gente común, no vinculados a la práctica profesional. Estas danzas expresan valores tradicionales, ancestrales y locales de la comunidad o sociedad, tanto en la música como en los movimientos, en el vestuario, o en los días en los que se baila; además, cada danza transmite un mensaje.

Es importante indicar que la danza folklórica está muy vinculada a las festividades religiosas o patronales de cada pueblo  mantienendo sus costumbres y tradiciones ancestrales;  y que han sido transmitido de generación en generación, mediante el proceso endocultural.

Por lo tanto, se dice que las danzas folklóricas han sido expresión de nuestras culturas prehispánicas  que mediante los movimientos al son de una determinada música bailaban ante sus dioses, que eran mayoritariamente presenciales como: El Sol, La Luna, Los Cerros, Los Animales, etc.

Con la llegada de los españoles, estos impusieron una nueva religión que fue la creencia a un Dios subjetivo, imaginario que no tuvo mucho éxito; por lo que, posteriormente tuvieron que crear  Santos convirtiéndolo en  Patrones de una determinada comunidad. Actuando como intermediarios entre el Dios y la población. Por lo que, en los diferentes territorios se comenzaron a crear e instalar santos que se convirtieron en patrones.

De esa manera, se podria decir que se comenzaron a crear un tipo de religiosidad simbióticas, que en el corto plazo se  fusionaron dando origen al sincretismo religioso. Que vendría a ser la unión de la religión occidental como fueron los santos o patrones, y la religión incaica que se expresaba en las danzas el baile hacia sus dioses materiales.

A partir de este sincretismo religioso se originan las fiestas patronales, como expresión de identificación con el territorio y el santo patrón. Ya que, durante el año, existen fechas particulares en que las diversas comunidades, particularmente las tradicionales,  celebran la fiesta del pueblo, donde realizan una serie de actividades sociales, cívicas, culturales, deportivas, folklóricas y religiosas, en el cual la población se divierte desapareciendo los problemas familiares, económicas, laborales, etc., dentro de la comunidad; convirtiéndose en espacios de socialización, de intercambio, de encuentro de fe y devoción con el Santo Patrón.

Toda comunidad o sociedad, mantiene su identidad cultural y local, que permite a los ciudadanos identificarse, valorar, defender sus costumbres y tradiciones, adecuándose a los cambios existentes en sus territorios.

Teniendo en cuenta estas características encontramos comunidades, como Chiclín, perteneciente al distrito de Chicama, Provincia de Ascope, Región de La Libertad, una comunidad con una identidad expresados en tres componentes o patrones culturales, que la población sigue valorando y manteniéndolo a lo largo de su historia.

Esta comunidad ha pasado por varias etapas como fue la prehispánica, colonialismo como fueron las haciendas, manteniéndose durante la etapa republicana hasta el año de 1972, en que paso a formar parte de la Cooperativa Cartavio hasta el año de 1991 en que sus habitantes decidieron separarse y convertirse en una empresa independiente, fracasando yéndose a la quiebra y en el año de 2002 se convierte en centro poblado hasta la actualidad

Desde los inicios del siglo pasado, esta hacienda estuvo  dedicado a la actividad agrícola azucarera,  creándose tres expresiones o manifestaciones culturales como fue: El Deporte, la Religiosidad Popular o también denominado la Fiesta Patronal, y las Danzas folklóricas; manteniéndose hasta la fecha.

Podemos mencionar que en el deporte hubieron muchas disciplinas como: Box, Voleibol, Futbol, Atletismo, Lucha Libre, Esgrima, Beisbol, etc.; algunas de ellas se han extinguido, como otras que se mantienen. Del mismo modo, se mantiene las Fiestas patronales que se reinició en el año de 1932  hasta la actualidad.

Asimismo, dentro de las fiestas patronales, particularmente en las actividades folklóricas y religiosas, encontramos la articulación entre la devoción al santo patrón y las danzas folklóricas; donde los danzarines expresan su devoción y compromiso al santo patrón, bailando o participando en una determinada danza folklórica.

Desde los inicios de la festividad en los años de 1932 hasta la actualidad, se ha podido notar la presencia de las danzas folklóricas en la festividad del Santo Patrón de Chiclín. Esta presencia, se da en el paseo de cera y en la procesión del día central, dándole mayor realce y atracción a todas las personas que acudían a la fiesta patronal de esta comunidad.

La presencia de las Danzas Folklóricas en la Fiesta de Chiclín, es muy predominante, convirtiéndose en un indicador de  evaluación; que realiza  la ciudadanía hacia los organizadores tomando en cuenta la cantidad de Danzas folklóricas existentes en la Fiesta Patronal, para saber si ha sido bonito o feo.

Y es que las danzas folklóricas en la fiesta patronal ha sido siempre un ente importante desde los inicios; tal como lo describe José María Arguedas, destacado antropólogo y folklorista, que también tuvo la oportunidad de visitar Chiclín, y participar en su festividades religiosa, escribiendo dos artículos publicados en diferentes años, con un solo título y en diferentes medios periodísticos. (Continuara…)

Leer Segunda Parte

Una opinión sobre “Chiclin: capital del folklore liberteño (I parte)

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